San Antón

La festividad de San Antonio Abad o San Antón Abad, como popularmente se le denomina para diferenciarlo de San Antonio de Padua, está íntimamente relacionada al desarrollarse en el mismo espacio y en el tiempo de la matanza del cerdo ibérico, coincidiendo la festividad religiosa del santo, el 17 de enero, con el centro de la temporada de matanzas. En la noche del 16, la Hermandad de San Antón prepara una gran fogata junto a la iglesia de la Concepción, en el portillo del Rosario, y reparte sangría y bebidas gratis. También los mozos realizan “la corcha”, en la que con los tizos del fuego se manchan unos a otros. La tradición sostiene que si se dan tres vueltas alrededor del humilladero de San Antón, ni los animales ni los hombres tendrán dolores de estómago durante un año. También es costumbre en la fiesta pedir a los vecinos chorizos y salchichones, con los que se hace una subasta en beneficio de la Hermandad.

Son muchas las ciudades de Extremadura en las que se celebra la festividad del santo, pero en ninguna se relaciona tan íntimamente con la matanza extremeña como en Llerena. La festividad propiamente dicha comienza en las vísperas de su onomástica, con el novenario que en honor del santo titular se celebra en la iglesia de la Concepción de María, donde tiene su sede la hermandad y donde se le rinde culto. Justo el último día del novenario, al finalizar la función religiosa, como es habitual, se lleva a cabo el besamanos del santo, que en este caso se hace besando la reproducción fotográfica del mismo, a modo de escapulario. Los devotos del Santo Abad, al pasar a besar la efigie del patrón de los animales, suelen depositar sus limosnas en la demanda o plato petitorio que también se adorna con una imagen de pequeño tamaño de San Antón Abad.